Dormir ha pasado a la historia en Ciudad Resurrección. Gracias a un sofisticado proceso que se creó durante la guerra, ya nadie malgasta ocho horas diarias en el descanso. Pero el cerebro humano sigue necesitando soñar. Por eso, una red controlada por el Gobierno elabora sueños artificiales, según las necesidades del inconsciente de cada individuo, con el fin de poner a punto la mente en pocos minutos.
Una misteriosa joven aparece en los sueños de dos chicos muy diferentes: Ismael es el hijo de un artesano onírico clandestino de los suburbios; Anna es una privilegiada que vive en las alturas de la ciudad, hija de una importante burócrata. La joven les suplica que la salven, que la liberen de la oscuridad. Anna e Ismael se sienten inmediatamente atraídos por ella, y pronto descubren que no han sido los únicos que han recibido esas enigmáticas visitas. Pero ¿existe esa chica en el mundo real?
Solo hay una manera de averiguarlo: adentrarse en el mundo onírico, donde no sirven las leyes de la lógica y la imaginación es la única vía para sobrevivir.
Una misteriosa joven aparece en los sueños de dos chicos muy diferentes: Ismael es el hijo de un artesano onírico clandestino de los suburbios; Anna es una privilegiada que vive en las alturas de la ciudad, hija de una importante burócrata. La joven les suplica que la salven, que la liberen de la oscuridad. Anna e Ismael se sienten inmediatamente atraídos por ella, y pronto descubren que no han sido los únicos que han recibido esas enigmáticas visitas. Pero ¿existe esa chica en el mundo real?
Solo hay una manera de averiguarlo: adentrarse en el mundo onírico, donde no sirven las leyes de la lógica y la imaginación es la única vía para sobrevivir.
El Fin de los Sueños es un libro de ciencia ficción, fantasía y terror. La portada tiene un aire de cuento de hadas dentro de una pesadilla, algo que me llamó desde el principio. Su sinopsis también me resultó atrayente y misteriosa.
La idea es lo que más me ha gustado de este libro: una sociedad que acaba de salir de una terrible situación por culpa de la tecnología, que permite soñar sin la necesidad de dormir durante horas. Es bastante original e intrigante.
La historia transcurre bastante lenta, ya que para mi gusto hay mucha descripción innecesaria. Por otro lado me quedé con ganas de saber cosas que no fueron narradas. Los personajes me parecieron algo vacíos, ya que no pude sentir cercanía a ninguno y parecían marionetas de la historia. Al principio creía que serían un personaje o dos los que nos mostrarán la historia, pero al parecer había demasiados protagonistas. Algo que me decepcionó, puesto que no podía entender a algunos de los personajes y el porqué de su destino en la historia.
Creo que hubiera sido una gran idea en un gran libro si no fuera por ese aspecto. La verdad es que me esperaba mucho más de esta novela, pero no ha logrado llegar a mis expectativas. Tiene puntos muy buenos y momentos en los cuales la historia logra sorprenderte, pero la sobrecarga de descripciones –a mi parecer– rompe el resto de trabajo.
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