París, Luna Roja

Él es un príncipe azul, guapo hasta decir basta. Ella, en cambio, no es gran cosa.

Sabe que tendrá que ingeniárselas para gustarle, para conseguir una segunda mirada suya… Pero que no sea guapa no significa que no sea capaz de envolverse de morbo y de misterio hasta volverlo loco a él, el ángel de cabellos negros y ojos esmeralda… ¡Ay, la atracción!

A ella le ha bastado una apuesta envenenada y el convencimiento de saberse una princesa que no se cruza de brazos hasta conseguir lo que quiere...

¿Quién ha dicho que los feos no pueden ser enormemente seductores?

Ya me habían comentado sobre la diversidad de opiniones que ha levantado esta novela. Sin embargo la curiosidad me llamó a descubrirlo con mis propios ojos.

La ambientación en París ya era un punto a favor, pues el romance y el misterio casan bien con dicha ciudad, pero no me convenció el arrebato del protagonista por huir a esa capital, ni que un supuesto conocido le dé asilo. Me parece algo surrealista, pues en esta vida nadie da nada sin pedir algo a cambio. Me pareció extraño, pero acababa de empezar la historia y esperé que me sorprendiera más adelante. 

Los protagonistas de la trama tampoco fueron capaces de convencerme. Él me parece insulso (típico chico guapo, aunque con la diferencia de estar bajo el influjo de una desconocida). Me hubiera gustado que el chico tuviera algo más de sangre en las venas. Por el otro lado tenemos a la exótica desconocida que, aunque no se ve guapa, juega con el misterio para atrapar al chico de sus sueños.

Lo cierto es que ni ella, ni el comportamiento, ni el desarrollo de la trama terminaron de hacerme el peso.

Me ha parecido una novela bastante floja e incapaz de aportarme nada. Sobre el tema del erotismo considero que, al no terminarme de cuadrar las situaciones, ese tema quedó como otro aspecto más de la historia donde se encuentra la pasión, nada del otro mundo.

Creo que lo único que salva la historia es la pluma ágil de la autora. Era una buena idea pero, a mí parecer, no ha salido bien.