La Inspiración Dormida

Hay momentos en la vida en que la tristeza se apodera de uno, se desdibuja nuestra sonrisa, la melancolía nos palidece, la mirada se nos nubla bajo una gris oscuridad sin saber el porqué.

Ahora, Carmesina, la niña que despertó los colores olvidados, con unos años más y con algo de ilusión perdida, también está empezando a languidecer. ¿Por qué le ocurre eso? ¿Qué puede hacer para lograr coger los pinceles de nuevo y, lo que es más importante, para vivir plenamente? Alguien que vigila atentamente la vida de Carmesina – y la de todos nosotros – está a punto de hacerle una visita e invitarla al mundo de los cuentos y la imaginación. ¿Estás preparado para el viaje?

Para quiénes ya conocieron al equipo con Los Colores Olvidados, La Inspiración Dormida ha resultado ser un libro fetiche con el que hacernos sí o sí. Ya no sólo el hecho de tratarse de una obra continuista, si no por el gran atractivo visual que nos vuelven a ofrecer los ilustradores de Play Creatividad.

Tal como ya he comentado, La Inspiración Dormida es una continuación de Los Colores Olvidados, aunque puede leerse perfectamente sin necesidad de haber leído su predecesor. Así como en el anterior cada capítulo era un cuento hasta llegar al final de la obra, para ésta ocasión han asemejado más el formato al de una novela: una historia de principio a fin donde cada capítulo es un color, una aventura protagonizada por Carmesina y Gato Negro en la cual se encontrarán con diversos personajes, entre los cuales encontraremos a algunos conocidos ya en Los Colores Olvidados.

La lectura de ésta nueva entrega vuelve a ser ágil. A pesar de tratarse de un formato diferente, los capítulos son ligeros y el hecho de estar acompañado por grandes ilustraciones hace que la lectura sea amena y divertida.

Tal como era de esperar, la maquetación es merecedora de una más que sincera felicitación, pues no sólo se trata de un texto de calidad y buenas ilustraciones, si no también de una presentación impecable.

En definitiva, un libro merecedor de un privilegiado hueco de tu estantería, toda una pieza de coleccionista. Aunque el formato del texto pueda agradarte más o menos que su antecesor, no puede ponerse en duda la calidad global de la obra. Si no conoces aún a Carmesina y el Gato Negro, esta puede ser una buena ocasión para conocerles...